martes, 24 de noviembre de 2015

                                    UNA SITUACIÓN EMBARAZOSA                                                                                                                                                                                                                        
Corría el verano del 1974, cuando yo con mis 15 años me encontraba en Altura, un pueblo de Castellón,
Era un día muy caluroso y para refrescarme me di un chapuzón, acto seguido con mi ropa de verano, la más inadecuada para meterme a cocinar , entré en la cocina y allí estaba la señora que todo lo invadía con su voluminoso cuerpo. De repente un sonido fuera de lo normal llamó mi atención, la olla a presión sonó raro y la vi temblar , aparté hacia un lado a la señora y  explotó . Todo quedó patas arriba incluida yo misma . Empecé a chillar como nunca antes en mi vida, el escándalo se debía a que el contenido de la olla vino a parar en su totalidad encima de mi cuerpo. La jefa, fuera de si por el estropicio y el escándalo, me agarró ,con la manguera empezó a mojarme y a arrancarme la poca ropa que llevaba dejándome en cueritatis  delante de todos los de la casa. Eso me dio igual .pues el dolor superaba toda la vergüenza que sentía.
Acto seguido me abofeteó con fuerza para que callase, Mi respuesta fue peor , mis gritos aumentaron. A las dos semanas de estar toda vendada, apareció mi madre asustada por la falta de noticias. Me llevó a casa e inmediatamente llamó al médico ,que me derivó a quemados en la FE. En cuanto me vieron procedieron  a la retirada de vendajes y a la limpieza de las quemaduras, y cómo no, al rasurado de mis genitales, pero solo la mitad de ellos.
Me subieron a una habitación donde en la cama dispusieron un arco de metal para que nada me rozase y ahí estaba yo otra vez en cueritatis. Esta vez sí que pasé vergüenza. Cuando me vio el primer médico llamó a sus colegas y vinieron unos cuantos. Al retirar la sábana hubo una explosión de risas y uno dijo que parecía el ultimo MOHICANO, Eso si fue vergonzoso y humillante,. Después de esta situación dejé de ver a los médicos como personas respetuosas. A partir de ese día les trataba de tu a tu. Hoy  sigo igual , fue como si me hubiese puesto un chubasquero y todo me resbalara, no me importa lo que la gente piense o diga, yo soy tal cual y quien no quiera o no le guste estar a mi lado PUERTA.

E.CABREJAS

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