martes, 15 de diciembre de 2015

EL EXTRAÑO

Lo vi, me llamo la atención, solo, el y nadie más; sus piernas parecían raíces que salieran de la misma tierra.evocaron en mi recios árboles, que por mucho que soplase el viento, no lo movería. Su espalda, tal cual una muralla, difícil de asaltar, pero a la vez protectora; de la cual surgían dos ramas, una a cada lado, tan recias como sus piernas, y pensé " que sentiría si rodeasen mi cuerpo " sintiendo el contacto de sus terminaciones, tan similares al resto; " que decir de su cabeza " era la copa perfecta, para ese árbol, sentí la tentación,de rozar con mis dedos su follaje, tan denso y oscuro, como la noche, el seguía solo, y yo ensimismada,en su contemplación, de pronto un movimiento, vi su rostro, me falto el aliento; era todo lo que yo había soñado encontrar, unas almendras, en su mirar, y una ternura "pensé yo " en su besar. Me perdí definitivamente al contemplar el conjunto, en su totalidad.
E.Cabrejas.

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