lunes, 14 de diciembre de 2015

Sentimientos.


Sensación-Emoción-Sentimiento.
Antes de salir, Puede escuchar el runrún que provocan las voces de las miles de personas que hay congregadas allí. Inquietas esperan con impaciencia a que él haga su aparición. Ese murmullo constante que poco a poco va subiendo de nivel y que se asemeja al zumbar de las abejas hace que le tiemblen las piernas y que una sensación de intranquilidad le oprima el pecho y se apodere de todo su ser.
Nervioso da pequeños saltitos como un canguro y se restriega las manos contra el pantalón. Sus compañeros le dan palmaditas de ánimo en la espalda, saben que todavía es joven para haber llegado tan lejos, tan alto. Se santigua y adelanta el pie derecho, entrará con el pie derecho de eso no cabe duda, no es supersticioso pero no quiere tentar a la suerte. Para tranquilizarse piensa en las palabras que su padre le ha dicho esa mañana: “Que no se te suba la fama a la cabeza, se siempre humilde, mantén en todo momento los pies en la tierra”. Sabe que él estará allí entre toda esa gente, orgulloso, teniendo ojos solo para él, hinchado como un pavo.
Inconscientemente buscando protección y confort se traslada con el pensamiento a su primera vez. Recuerda el viaje en autobús desde el pueblo, los cánticos, las pancartas y banderas. Recuerda el enorme control de seguridad y como apretaba con fuerza la mano de su padre. Recuerda como la gente en pie, cantaba el himno a voz en grito, desgañitándose. Recuerda los vítores, los silbidos, los aplausos. Recuerda también esa primera e intensa emoción de orgullo que con el tiempo ha terminado transformándose en un sentimiento consciente y duradero de pertenencia.
Suena el himno del partido, el himno de la victoria. Suspira y ya más tranquilo sale triunfal al balcón, donde ruge la marabunta, donde miles de personas le reciben con aplausos y le vitorean al grito de “Presidente, presidente”.
(Pevima).

No hay comentarios:

Publicar un comentario