NAVIDEÑO
Los árboles ateridos se ofrecen al viento gélido que los besa amoroso, soñador de hojas y susurros, primaveras cálidas, verdes caricias, cielos azules, soles equinocciales, pájaros cantores y lunas llenas.
Hoy parlotean las cotorras forasteras posadas sobre los esqueletos de los chopos y las higueras. El cielo es bajo, color panza de burra; los gorriones esconden la cabeza entre las plumas y las tórtolas se refugian en las cornisas de los edificios.
Hay una tristeza opaca, una letanía inaudible de pedigüeños de iglesia, de pobres de solemnidad, de viajeros a la nada demacrados y contritos,
Las familias, en torno a la mesa, celosas de su intimidad, cantan villancicos mal rimados en voz baja, vergonzante, para no ser oídos por los mendigos que deambulan en su búsqueda eterna de preguntas sin respuesta.
Es Navidad. Creedlo.
Fernando Garrido
Navidad/2015
Muy enternecedor y también muy triste a la vez.
ResponderEliminar